Un nuevo reto para We are puzzled ! Un puzzle 3D.
Personalmente solo había hecho uno en el pasado y no me había gustado para nada, sobre todo la calidad de las piezas. Pero en este caso, me pareció bastante divertido. Primero, las piezas son agradables al tacto: es una mezcla de cartón y esponja, lo que las vuelve flexibles y resistentes a la vez.
Las piezas están numeradas y sujetadas en el desorden por placas. Hay una hoja de instrucciones y simplemente hay que seguir las diferentes etapas del montaje. Buscamos las piezas necesarias y las montamos siguiendo los números. En realidad se parece más al montaje de un mueble Ikea que a otra cosa… Como también me gusta me lo he pasado bien, pero francamente no tiene mucho que ver con un puzzle.
Que esperáis de este juego?
Pasar el tiempo? Calidad? Un bonito objeto? O entretener a vuestros hijos por una tarde lluviosa?
Porque ojo: está indicado en la caja “a partir de 6 años”, pero os lo desaconsejo fuertemente: les piezas son algo frágiles, pequeñas, y puede resultar difícil juntarlas, por lo que es necesario algo de destreza y paciencia.
Siempre podéis dar a los niños las placas para que desaten las piezas, pero se aburrirán rápidamente si no pueden participar activamente al montaje, y sobre todo corréis el riesgo de encontraros con todas las piezas mezcladas y sin sus números, y entonces suerte con el resto del ensamblaje…
En cuanto a la calidad, como ya he dicho las piezas son agradables, pero no son de muy buena calidad; sin embargo no podemos pretender a mucho más para un puzzle que ha costado 9 €, incluso es una buena relación calidad-precio.
Finalmente (y eso es mi apreciación personal pero que comparten muchos de mis amigos…), no es un objeto muy bonito una vez terminado… 🙂 Y nos encontramos entonces frente a una cuestión difícil de resolver: Que hacer con ello? Porque la calidad y el concepto mismo del juego hacen que desmontarlo y guardarlo para una próxima vez no sea una opción… Entonces jugamos al escondite con mis amigos durante el resto del fin de semana, cada uno intentando pasar discretamente esta “Sagrada Familia” al otro para deshacerse de ella.
Gracias a este rompecabezas hemos pasado dos horas divertidas en montarlo, y fue el punto de partida de muchas risas durante las siguientes 48 horas.